El arte de presentar y re-inventar sus colecciones ya es una obviedad en el quehacer de Henrik Vibskov. Las creaciones del diseñador danés tienen su nacimiento en conceptos ligados al arte e interpretados en el microcosmo de la mente de este, dando resultados que no dejan de entretener a la masa intelectual de la moda. Personalmente, me atrae el uso del color y las impresiones venidas desde la oscura Escandinavia. A lo que se suma la pasarela como espectáculo. Literalmente. Locura que no se ve a menudo en el diseño de moda sueca, más conservador y “clásico”.
The Sticky Brick Fingers SS15, como es titulada su última colección, está inspirada en una extraña mezcla de: ” obras de construcción, ladrillos, piscinas y deportes acuáticos”. El singular mundo de fantasía de Henrik Vibskov llevado a escena por Norwegian National Opera and Ballet con el coreógrafo sueco Alexander Ekman, y como una extensión de su reciente producción Swan Lake en Oslo Opera House, transformado Paper Island en una pasarela acuática. Una piscina de 150 m2 provisoriamente construida, llenada con 4mil litros de agua y 10 bailarines profesionales de la compañía noruega de baile. Paralelo al show de agua los modelos desfilaron inmutables llevando tocados de monjes y zapatos de neopreno especialmente fabricados para la pasarela, cargando la indumentaria tejida y trajes relajados de verano.
Por segunda vez Henrik Vibskov trabaja con khadi cotton (y sus productores independientes), material con teñidos naturales y procesados sin uso de la electricidad. El algodón es manufacturado por trabajadores independientes en zonas rurales de la India, en cooperación con una organización sin fines de lucro, bajo una producción que utiliza técnicas tradicionales e impresiones con bloques de madera tallados a mano. La línea de prendas también, por primera vez, está utilizando una innovadora técnica de impresión barro y añil. Como verás no sólo el show es lo que hace querer la ropa de Vibskov.
Foto. Alastair Philip Wiper